Déjame que me vaya (Bulerías)
Todas la primaveras
tiene Sevilla,
una nueva tonada
por seguiriyas,
por seguiriyas.
Torerillo en Triana
frente a Sevilla,
cantando a tu sultana,
tu seguiriya,
tu seguiriya,
tu seguiriya.
Déjame que me vaya,
madre, a la guerra.
Déjame, blanca hermana,
novia morena,
novia morena.
Y después que me vaya
junto a las balas,
mándame a la trinchera
besos y cartas,
besos y cartas,
besos y cartas.
Llegó con tres heridas,
la del amor,
la de muerta,
la de vida.
Con tres heridas viene,
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo,
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Me puse en el huerto,
de Benaoján
los carabineros,
me veían de lejos.
Se iban p’atrás.
Salta de la cama,
Lucero del alba.
Salta de la cama,
Lucero del alba.
Que cuando tu sales,
mi amante se embarca.
Y viento sudoeste.
Salta pronto ya,
que la vela blanca,
de mi marinero,
lo traiga p’atrás.
Que la vela blanca,
de mi marinero,
lo traiga p’atrás.
Que la vela blanca,
de mi marinero,
lo traiga p’atrás.
(Transcripción propia a partir del audio y los poemas originales de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)