Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.
Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.
Eres la noche esposa, [verso x 3]
yo soy el mediodía.
La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.
Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.
Eres la noche esposa, [verso x 3]
yo soy el mediodía.
Caudalosa mujer: en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura.
Si quemaran mis huesos con la llama del hierro,
verían qué grabada llevo allí tu figura.
Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo.
Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.
Eres la noche esposa, [verso x 3]
yo soy el mediodía.
Eres la noche esposa,
yo soy el mediodía.
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original; la puntuación y ortografía son estimadas)
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Comentarios
En el poema de Miguel Hernández, hay tres secciones: (Hijo de la sombra), (Hijo de la luz) e (Hijo de la luz y de la sombra). Joan Manuel Serrat escoge solo cuatro estrofas de la primera sección y dos de la tercera sección, reduciendo considerablemente la letra. A pesar de esta reducción, las estrofas seleccionadas son musicalizadas de manera exacta, sin alteraciones textuales, y Serrat incluye como estribillo el último verso de la primera y la segunda sección del poema: «Tú eres la noche, esposa. Yo soy el mediodía».