¿Adonde te escondiste, / y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste / después de haberme herido.
Salí tras ti clamando / ¡Ya te habías ido!
Buscando mis amores / iré por esos montes y riberas
ni cogeré las flores / ni temeré las fieras
y pasaré los fuertes y fronteras.
Oh cristalina fuente, / si en esos tus semblantes plateados
formaras de repente / el rostro deseado
que tengo en mis entrañas / en mis entrañas dibujado.
Descubre tu presencia
y que me maten tu vista y hermosura.
Mira que la dolencia de amor que no se cura
sino con la presencia, la presencia y la figura,
la presencia y la figura.
Detalles discográficos
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Esta versión selecciona fragmentos del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz, que no aparece de forma completa. La referencia al poeta aparece también como parte del título de la canción, que no respeta el título original del poema y por tanto hace explícita la relación con el texto fuente.