Mi rosa sin porqué
Cuando salgo de noche y llevo encima
tres vodkas con limón suelo encontrarme
a mi amigo Poíz, un inmigrante
que va vendiendo rosas por la calle,
las discotecas y los restaurantes.
Su madre murió en mayo, mes florido,
pero él estaba aquí, y en el envase
de un vaporizador vertió su llanto
y roció las rosas de su ramo,
y roció las rosas de su ramo.
Me lo he encontrado veinte o treinta veces
y no le he visto colocar ni una,
y no entiendo por qué, y no entiendo por qué,
y no entiendo por qué, y no entiendo por qué.
Me resulta intrigante
a qué olerán las rosas
de los migrantes.
Es natural que los enamorados
estén a lo que están mientras se achuchan:
ven florecer su amor, pero no escuchan
la súplica de los desamparados,
la letanía de los desahuciados.
Yo hablo un poco con él, le doy dos euros
y no acepto la flor, pero le digo:
“Si una noche me ves con una chica,
o con una mujer, que es otra cosa,
le das sin rechistar tu mejor rosa”.
Me lo he encontrado veinte o treinta veces
y no le he visto colocar ni una,
y no entiendo por qué, y no entiendo por qué,
y no entiendo por qué, y no entiendo por qué.
Me resulta inquietante
a qué olerán las rosas
de los amantes.
Mi rosa sin por qué
es la rosa más cara de la historia. [Estrofa x 4]
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Canción de autorDetalles discográficos
Poema relacionado
Comentarios
Entre otras modificaciones, en la canción se incluye un estribillo a partir de los versos “Me lo he encontrado veinte o treinta veces / y no le he visto colocar ni una”, a los que se añaden los siguientes versos que no están en el poema: “y no entiendo por qué, y no entiendo por qué” y “Me resulta intrigante / a qué olerán las rosas / de los migrantes” (la primera vez) y “Me resulta inquietante / a qué olerán las rosas / de los amantes” (la segunda vez).