Romance de la luna, luna
En el pozo la guardaron
para que no la robasen.
En el pozo la guardaron
como una onza en un bolso
aquellos fieros románticos.
Y estuvieron dos cipreses
la noche entera velando,
la noche entera de un siglo
los dos cipreses velaron.
Pero fue en vano, fue en vano.
Toda la vela fue en vano.
Al llegar la madrugada
el sol levantó los brazos
y asomó sobre la tierra
su rostro congestionado
de risa que gritaba
¡La han robado, la han robado!
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovida
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
(Transcripción propia a partir del audio, a falta de buena fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Detalles discográficos
Poema relacionado
Comentarios
Hubo varias musicalizaciones anteriores a 1975, por eso no recogidas en esta base de datos: Gabriela Ortega (Federico García Lorca, 1958), Pepe Albaicín, “Romance de la luna, luna” (Cante gitano por Pepe Albaicín, vol. II, 1963), Paco Ibáñez (España de hoy y de siempre, 1964) y Nati Mistral (La maravillosa Natu Mistral, 1972).