A un cristo recién muerto

Gloria Fuertes

Qué bien se ve ahora
a la luz de tu muerte
la talla de tu talle,
el tallo de tu cuello,
la flor de tu cabeza deshojada,
las espinas silvestres,
– rosa roja de sangre de verdad
en el ojal bendito
que te hizo la lanzada.

 

(iQué bien se ve ahora
a la luz de tu vientre
Madre Santa!)

 

Este despojo roto
fue aquel Niño rubio
que junto al buey balaba.

 

De aquel blanco cordero
que nunca peleaba
hemos hecho este gallo de pelea
derrotado en las tablas.

 

Bestiales picotazos
han deshecho sus manos,
su corazón, sus pies
no su mirada…

 

Aún tiene Luz,
despide Luz,
aún tiene.

 

– Hombre que el hombre mata
nunca muere.

Autor

Movimiento: Generación del 50

Poemario

Año de publicación original: 1995
Lugar de publicación original: Madrid
Publicación/Edición original: Cátedra
Edición utilizada: 1995 - Cátedra

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Subtitulado: «Villancico al revés».

De la sección «Versos que me pasan».