El silbo de la llaga perfecta

Miguel Hernández

Abreme, amor, la puerta
de la llaga perfecta.

 

Abre, Amor mío, abre
la puerta de mi sangre.

 

Abre, para que salgan
todas las malas ansias.

 

Abre, para que huyan
las intenciones turbias.

 

Abre, para que sean
fuentes puras mis venas,

 

mis manos cardos mondos,
pozos quietos mis ojos.

 

Abre, que viene el aire
de tu palabra… ¡abre!

 

Abre, Amor, que ya entra…

 

¡Ay!

 

Que no se salga… ¡Cierra!

Autor

Movimiento: Generación del 36

Poemario

Edición utilizada: Obra poética completa - 2017 - Alianza Editorial
Temas: Religión