[Déjame que me vaya] – Miguel Hernández
Déjame que me vaya,
madre, a la guerra.
Déjame, blanca hermana,
novia morena.
¡Déjame!
Y después de dejarme
junto a las balas,
mándame a la trinchera
besos y cartas.
Aunque publicado póstumamente por primera vez en 1958, el poema fue escrito en la cárcel entre 1938 y 1941.