Para la libertad (El herido)
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo
y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño;
porque aún tengo la vida.
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Porque aún tengo la vida.
Para la libertad.
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)
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No parece que esta versión parta de la que hizo por primera vez Joan Manuel Serrat (Miguel Hernández, 1972), que musicaba la segunda parte del poema «El herido». En todo caso, también Paco Damas musicaliza la segunda parte de este poema, si bien añade versos no usados por Serrat.