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A mi gran Josefina adorada. Sole Candela & Sitoh Ortega. La tierra callada. Autoeditado. 2017.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Realmente, el trabajo en el que se encuentra la musicalización de este poema, no es un disco en sí, sino una serie de actuaciones y eventos multidisciplinares de ambos artistas que comienzan en 2017, pero cuyo última muestra podemos encontrar en 2021. Aunque no aparece la musicalización de poema en cuestión, se puede ver una muestra de estas actuaciones en la web del músico y fotógrafo Sitoh Ortega
Tus cartas son un vino. Grupo Lux Aeterna. Recuerdos de un poeta. Autoeditado. 2017.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.
Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández.
Tus cartas son un vino. Soledad Jiménez. El canto que no cesa. Homenaje a Miguel Hernández. Dulcimer Songs. 2017.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.
Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Este tema toma su letra de la versión creada por Joan Manuel Serrat.
Tus cartas son un vino. Joan Manuel Serrat. Hijo de la luz y de la sombra (Miguel Hernández). Sony Music. 2010.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernandez. Se utilizan, para componer la canción, todas las estrofas del poema, pero modificando su orden. Además, se usa la cuarta estrofa a modo de estribillo: «…Aunque bajo la tierra/mi amante cuerpo esté,/escríbeme, paloma,/que yo te escribiré…».
Tus cartas son un vino. Fraskito. Tierra y sangre (Un homenaje Miguel Hernández). Frasko Records. 2010.
No se ha podido tener acceso a la letra.
No se ha tenido acceso al audio, ni la letra. Se tiene noticia de esta canción a través de esta fuente.
Tus cartas son un vino. Lianny Otero. Una canción para Miguel. A Guitarra Limpia (Centro Pablo) y SGAE. 2009.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.
Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández.
Tus cartas son un vino. Paco Damas. Tristes guerras (Miguel Hernández). Buho Man Discos. 2009.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.
Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Se utilizan todas las estrofas del poema para componer la canción, pero la primera de estas, «…Tus cartas son un vino/que me trastorna y son/el único alimento/para mi corazón…», se repite a modo de estribillo.
Tus cartas son un vino. Toyo Gabarrús. Voces de romAmor. Autoeditado. 2007.
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.
Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.
Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar al poema de Miguel Hernández. Se utilizan, ppara componer la canción, todas las estrofas del poema salvo la cuarta; esta, es en realidad sustituida por la quinta estrofa del poema Carta: «…Aunque bajo la tierra/mi amante cuerpo esté,/escríbeme a la tierra/que yo te escribiré…».
Esta estrofa es, además, usada a modo de estribillo en la canción.
A mi gran Josefina adorada. Los del Yerbal. De la esperanza. Ceibo. 1986.
No se ha podido tener acceso a la letra.
No se ha tenido acceso al audio, ni la letra. Se tiene noticia de esta canción a través de esta fuente.
Tres heridas. Burrito Panza. Entreñable y lamentable. El genio equivocado. 2017.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poema para alargar la duración de la canción.
Llegó con tres heridas. Sole Candela & Sitoh Ortega. La tierra callada. Autoeditado. 2017.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Realmente, el trabajo en el que se encuentra la musicalización de este poema, no es un disco en sí, sino una serie de actuaciones y eventos multidisciplinares de ambos artistas que comienzan en 2017, pero cuyo última muestra podemos encontrar en 2021. Aunque no aparece la musicalización de poema en cuestión, se puede ver una muestra de estas actuaciones en la web del músico y fotógrafo Sitoh Ortega
Llegó con tres heridas. Francisco Pesqueira. Nada te turbe. Acqua Records. 2013.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández. Tras el final de la canción se recita el poema.
Llegó con tres heridas. Eleni Peta. Duende. Melody Maker Single Member. 2011.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poema para alargar la duración de la canción.
Llegó con tres heridas. Colectivo de Músicas Mestizas. Las tres heridas. Solfatara. 2010.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Esta musicalización formaba parte de un acto multidisciplinar realizado en el Cine Víctor Espacio Multicultural de Santa Cruz de Tenerife, los días 29 y 30 de octubre de 2010 (multimedia Las 3 heridas), y para la gala artística del Festival 3 orillas (La Laguna Capital Mundial de la Poesía) del 12 de noviembre de 2010 en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna.
Llegó con tres heridas. Susanna Canessa. Nefeli. Ca´Bianca. 2010.
È arrivato con tre ferite:
quello dell’amore,
quello della morte,
quello della vita.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Ésta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández; la canción es introducida por la primera estrofa en italiano.
Llegó con tres heridas. Lucho Roa. Rabdomantes. Autoeditado. 2008.
No se ha podido encontrar la letra de la canción.
Este autor chileno editó un disco en 2008 donde incluye una versión de este poema. No se ha podido acceder a la letra de la canción. Se puede encontrar el disco en su propia web.
Compañero del alma. Mercedes Sosa. Flamencópolis. Universal Music Group. 2006.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Qué carabedio pongo?
Cuando te veo te miro por la rivera del hombro.
Que va a la luna, a empujarme a quererte como a ninguna.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Quién llenará este vacío de cuerpo desalentado, que dejó tu cuerpo al mío.
Ay! el rincón de tu vientre, cayeron de tu calle, cayeron sin salida…
Y aquí quisiera tenerte para desenamorarme.
Después del amor la tierra, después del amor la tierra, después de la tierra nadie.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización simillar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poema, pero también se usan versos de otros poemas del autor: «…Después del amor la tierra, después del amor la tierra, después de la tierra nadie…», perteneciente al poema Después del amor.
Llegó con tres heridas. Cecilia Echenique y Eduardo Peralta. Hoy como ayer. Autoeditado. 2017.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poema para alargar la duración de la canción.
Llegó con tres heridas. Eliseo Parra. Spain in my heart. Canciones de la guerra civil española. Resistencia. 2003.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poema para alargar la duración de la canción
Llegó con tres heridas. Erramun Martikorena. Herrian. Agorila. 1997.
Hiru zaurituta iritsi zen:
maitasunarena, heriotzarena, bizitzarena.
Hiru zaurirekin dator:
bizitzarena, maitasunarena, heriotzarena.
Hiru zaurirekin I:
bizitzarena, heriotzarena, maitasunarena.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poemas para componer la canción, la primera de ellas se canta en esukera.
Las tres heridas. Sebastián Solís. Best of Latin America. ARC. 1997.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar al poema de Miguel Hernández. Se repite el poema dos veces para alrgar la duración de lacanción
Llegó con tres heridas. Canta U Populu Corsu. Sintineddi. Albiana. 1995.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Aunque tenemos prueba directa de la existencia del disco donde se encuentra esta versión, no hemos podido encontrar, entre los recursos digitales que tenemos a disposición, archivos sonoros.
Llegó con tres heridas. Nana Mouskouri. Nuestras canciones. Philips. 1991.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Ésta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Ser repite dos veces el poema para alargar la duración del tema.
Llegó con tres heridas. Los trovadores sudamericanos. Weihnachten Mit Den Trovadores Sudamericanos. Tyrolis. 1991.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización simillar del poema de Miguel Hernández. Se repite dos veces el poema para dar más duración a la canción.
Llegó con tres heridas. Aliki Kayaloglou. Canciones de España y de América Latina. Sirius. 1986.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. En esta canción se repite dos veces el poema con el mismo orden y estructura que el original.
Llegó con tres heridas. Los Juglares. Está despuntando el alba. Homenaje a Miguel Hernández. Ariola. 1976.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández.
Llegó con tres heridas. Francisco Curto. Miguel Hernández, cada vez más presente. --. 2008.
No se ha podido tener acceso a la letra.
No se ha tenido acceso al audio, ni la letra. Se tiene noticia de esta canción a través de esta fuente.
Aceituneros. Sole Candela & Sitoh Ortega. La tierra callada. Autoeditado. 2017.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Realmente, el trabajo en el que se encuentra la musicalización de este poema, no es un disco en sí, sino una serie de actuaciones y eventos multidisciplinares de ambos artistas que comienzan en 2017, pero cuyo última muestra podemos encontrar en 2021. Aunque no aparece la musicalización de poema en cuestión, se puede ver una muestra de estas actuaciones en la web del músico y fotógrafo Sitoh Ortega
Andaluces de Jaén. El Camperol. Leben, kämpfen, solidarisieren. Trikont. 1976.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Aunque tenemos prueba directa de la existencia del disco donde se encuentra esta versión, no hemos podido encontrar, entre los recursos digitales que tenemos a disposición, archivos sonoros.
Aceituneros. Enrique Morente. Y al volveer la vista atrás. Warner Music Spain. 2015.
Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos?
Andaluces de Jaén, aceituneros altivos
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador que se enriqueció en la herida
que se enriqueció en la herida generosa del sudor,
que se enriqueció en la herida generosa del sudor.
No la del terrateniente, no la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Para componer la canción, el autor utiliza las estrofas primera,sexta y séptima. Se produce, además la repetición propia del cante flamenco para dotar de dramatismo cada estrofa: «…Vuestra sangre, vuestra vida,/no la del explotador que se enriqueció en la herida/que se enriqueció en la herida generosa del sudor,/que se enriqueció en la herida generosa del sudor.
Esta canción fue censurada en su disco original de 1971, Homenaje flamenco a Miguel Hernández, pero se recuperó para esta recopilación.
El niño yuntero. Ángel Corpa. Escríbeme a la tierra. --. 2018.
No se ha podido tener acceso a la letra.
No se ha tenido acceso al audio, ni la letra. Se tiene noticia de esta canción a través de esta fuente.
El niño yuntero. Colectivo de Músicas Mestizas. Las tres heridas. Solfatara. 2010.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Esta musicalización formaba parte de un acto multidisciplinar realizado en el Cine Víctor Espacio Multicultural de Santa Cruz de Tenerife, los días 29 y 30 de octubre de 2010 (multimedia Las 3 heridas), y para la gala artística del Festival 3 orillas (La Laguna Capital Mundial de la Poesía) del 12 de noviembre de 2010 en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna.
El niño yuntero. Laura Simó/Francesc Burrull. Temps de pluja. Temps Record. 2010.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández.
El niño yuntero. Lorena Astudillo. Tras de una ausencia. Autoeditado. 2007.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. El autor utiliza, para componer la canción las estrofas primera, cuarta, sexta, decimoprimera, decimocuarta y decimoquinta.
El niño yuntero. Paca Quintero. Las dos Españas. PDS. 1976.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización idéntica del poema de Miguel Hernández.
El niño yuntero. Mocedades. El color de tu mirada. Novola. 1976.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado…
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. el autor, para componer la canción, utiliza las estrofas primera, segunda, cuarta, quinta, séptima, novena, decimosegunda y decimotercera.
El niño yuntero. Los Juglares. Está despuntando el alba. Homenaje a Miguel Hernández. Ariola. 1976.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández.
El niño yuntero. Francisco Curto. Miguel Hernández, cada vez más presente. --. 2008.
No se ha podido tener acceso a la letra.
No se ha tenido acceso al audio, ni la letra. Se tiene noticia de esta canción a través de esta fuente.
El niño yuntero. Paco Bandeira. Amigos, amigos.... imavox. 1979.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Aunque tenemos prueba directa de la existencia del disco donde se encuentra esta versión, no hemos podido encontrar, entre los recursos digitales que tenemos a disposición, archivos sonoros.
El niño yuntero. Victor Jara. El derecho de vivir en paz. WEA, Warner Music Chile y DRO/EastWest Spain. 2003.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta musicalización supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. Para componer la canción, el autor utiliza, con el mismo orden y estructura, las estrofas primera, cuarta, sexta, decimoprimera, decimotercera y decimocuarta. Se repite, a modo de estribillo las sexta estrofa: «…Contar sus años no sabe,/y ya sabe que el sudor/es una corona grave/de sal para el labrador…».
Esta versión aparece en la reedición de 2003 del disco El derecho de vivir en paz, de 1971. Además, podemos encontrarla en el disco homenaje a Miguel Hernández La palabra más tuya. Cantando a Miguel Hernández, de 2006.
Por los campos luchados. Colectivo de Músicas Mestizas. Las tres heridas. Solfatara. 2010.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Esta musicalización formaba parte de un acto multidisciplinar realizado en el Cine Víctor Espacio Multicultural de Santa Cruz de Tenerife, los días 29 y 30 de octubre de 2010 (multimedia Las 3 heridas), y para la gala artística del Festival 3 orillas (La Laguna Capital Mundial de la Poesía) del 12 de noviembre de 2010 en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna.
Para la libertad. Francisco Pesqueira. Dame la mano, poemas y canciones. Acqua Records. 2019.
El hambre de tu niño me pertenece,
quiebra el eje de mi esperanza.
El sentido de tu libertad abre toda poesía.
Me siento padre sin tener hijos,
me siento hijo hambriento en el
descomunal mundo del abandono.
Siendo tu pastor,
soy rebaño de sombras y palabras.
Sombra que me ampara en el hueco injusto
que no lo llenan ni el campo ni la siembra.
Quiero gritar siendo hombre, madre,
y sin querer me torno niño con amparo de desierto.
Injusto tono que la paloma muerta
lanza en elegía al viento.
Ave que se vuelve oscura viendo
las tumbas de las cebollas.
Y sarcófago donde habitan las risas
y el funeral de cada nana.
Para la libertad sangro, lucho, pervivo,
para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. El autor empieza la canción con un poema propio dedicado a Miguel Hernandez, el cual recita, para continuar con la segunda parte del poema, omitiéndose la tercera estrofa del mismo: «…Para la libertad me desprendo a balazos/de los que han revolcado su estatua por el lodo./Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,/de mi casa, de todo…»
Para la libertad. Miriela Moreno. Señora. Ellas cantan a Serrat. DiscMedi S.A.. 2010.
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño
y aún tengo la vida,
y aún tengo la vida.
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. En realidad supone una versión de la musicalización que del poema realizó Joan Manuel Serrat en su disco Miguel Hernández, de 1972; este disco no se encuentra en la base de datos por ser anterior a 1975.
Pour la liberté. Christina Zirbrügg. Lorca & more. Gams Records. 2005.
La letra está en francés, por lo que no nos es posible transcribirla fielmente.
Aunque la canción está en francés, podemos suponer que, como la mayoría de musicalizaciónes de este poema, utiliza las 5 estrofas de la segunda parte del mismo.
Prá a Libertá. Cristina Fernández. Lembranza. Ediciones Tacuabé SRL. 2005.
Pra liberdade, sangro, loito, sobrevivo.
Pra liberdade, os meus ollos e as miñas mans.
Como unha árbore carnal, xenerosa e cativa.
Eu dou cirurxiáns Pra liberdade sinto máis corazóns.
Que area no meu peito: dan espumas As miñas veas,
e entro en hospitais, e entro Algodóns Como nos lírios.
Porque onde unhas pías baleiras amanecer.
Ela porá dúas pedras de aspecto futuro
e fará novas armas e novas
As pernas medran Na carne cortada.
A savia alada brotará sen outono
reliquias do meu corpo nas que perdo cada ferida.
Porque son como a árbore derrubada Que xunta.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. La canción, interpretada en gallego, utiliza las cinco estrofas de la segunda parte del poema.
Para la libertad. Casandra Hernández. Antes que lleguen los perros. Whitehill Records. 2003.
No se ha podido tener acceso a la letra.
Aunque tenemos prueba directa de la existencia del disco donde se encuentra esta versión, no hemos podido encontrar, entre los recursos digitales que tenemos a disposición, archivos sonoros.
Puesto que el disco en cuestión es un álbum coral en homenaje a Joan Manuel Serrat, cabe suponer que la letra de esta canción es similar a la musicalización que, de este poema de Miguel Hernández, realiza el artista.
Caminos de soledad. José Menese. La pureza del cante. Fonomusic. 2002.
Hay tantísimos caminos
que van adonde no van
que van adonde no van
que van adonde no van
y por cualquiera que vaya
todos te equivocarán
y por cualquiera que vaya
todos te equivocarán
Hay caminos que serpentean
al subir como al bajar
ay al subir como al bajar
al subir como al bajar
y se tuercen en lo llano
para poderse alargar
y se tuercen en lo llano
para poderse alargar.
Son caminos de silencio
caminos de soledad
caminos descaminados
que engañan tu caminar
caminos descaminados
que engañan tu caminar.
(Transcripción propia a partir del audio; a falta de fuente escrita, la puntuación y ortografía son estimadas)
Yo. Inés Fonseca. Trazos. Mecca Recording Studio. 2016.
Yo
aún
aquí
la mente
perforada
mientras
tibia devuelve
la arena
sirenas
al oído
y pulso
a las muñecas
y nudo
a la garganta
Yo
aún
aquí
la mente
perforada
mientras
tibia devuelve
la arena
sirenas
al oído
y pulso
a las muñecas
y nudo
a la garganta.
(Letra tomada de Inés Fonseca, Trazos, Primera edición 2016)
¡Ay Paloma!. Rosa León. ¡Ay Paloma!. Movieplay S.A.. 1983.
Ay paloma
que bajas a las Ramblas
de Barcelona
con la muerte en las alas,
sola.
Ay cigüeña
que sobre un campanario
por Valdepeñas,
asoleando tu nido,
sueñas.
Fui peregrina feliz, de luz española y después,
con muerte en el alma,
ave que se desploma.
Tanto amor quién me lo quita.
Tanta dicha quién me roba.
Ay gaviota,
San Fernando de Cádiz,
deslumbradora,
te esperó como blanca
proa.
Golondrinas
que volverán oscuras
siempre a Sevilla
dibujando en el cielo:
“Rimas”.
Fui peregrina feliz, de luz española y después,
con muerte en el alma,
ave que se desploma.
Tanto amor quién me lo quita.
Tanta dicha quién me roba.
Tanto amor quién me lo quita.
Tanta dicha quién me roba.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de una fuente escrita entera; la puntuación y ortografía son estimadas).
El título de la canción de Rosa León toma un verso del poema de Walsh. La canción también ignora las primeras tres estrofas del poema y empieza en la cuarta. Además, se invierte el orden de algunas estrofas. Por ejemplo, en el poema aparece primero la estrofa que dice “Golondrinas / que volverán oscuras / siempre a Sevilla / dibujando en el cielo: /ʽRimas’”, seguida de la estrofa “Ay gaviota, / San Fernando de Cádiz, / deslumbradora, / te esperó como blanca /proa”. En la canción el orden de estas dos estrofas es el inverso.
Más allá del orden de las estrofas, León utiliza casi las mismas palabras que Walsh (salvo algunas pequeñas distinciones, por ejemplo, hace plural “Rambla” que pasan a ser “las Ramblas”). La canción termina con los mismos dos versos que el poema (“Tanto amor quién me lo quita. / Tanta dicha quién me roba.”) pero en la canción se cantan dos veces.
Caminando. Ana Belén. La paloma de vuelo popular. Fonogram, S.A.. 1976.
Caminando, caminando,
caminando!
voy sin rumbo, caminando,
caminando,
voy sin plata, caminando,
caminando,
voy muy triste, caminando,
caminando.
Está lejos y él me busca,
caminando,
y él me espera, está más lejos,
caminando,
ya empeñé mi guitarra,
caminando,
las piernas se ponen duras,
caminando,
los ojos ven desde lejos,
caminando,
la mano agarra y no suelta,
caminando,
al que yo coja y lo apriete,
caminando,
ése la paga por todos,
caminando,
a ése le parto el pescuezo,
caminando,
y aunque me pida perdón,
me lo como y me lo bebo,
me lo bebo y me lo como,
caminando, caminando.
(Transcripción propia a partir del audio; a falta de fuente escrita, la puntuación y ortografía son estimadas)
La canción es una musicalización idéntica. En la canción solo se omite la dedicatoria del poema (A Ñico López), y también la canción concluye repitiendo “caminando” en dos ocasiones, mientras que en el poema se repite tres veces.