El silbo del dale
Dale al aspa, molino,
hasta nevar el trigo.
Dale a la piedra, agua,
hasta dejarla mansa.
Dale al molino, aire,
hasta lo inacabable.
Dale al aire, cabrero,
hasta que silbe tierno.
Dale al cabrero, monte,
hasta dejarlo inmóvil.
Dale al monte, lucero,
hasta que se haga cielo.
Dale al aspa, molino,
hasta nevar el trigo.
Dale a la piedra, agua,
hasta ponerla mansa.
Dale al molino, aire,
hasta lo inacabable.
Dale al aire, cabrero,
hasta que silbe tierno.
Dale al cabrero, monte,
hasta dejarlo inmóvil.
Dale al monte, lucero,
hasta que se haga cielo.
Dale, Dios, a mi alma
hasta perfeccionarla.
Dale que dale, dale,
molino, piedra, aire,
cabrero, monte alto,
dale que dale, largo.
Dale que dale, Dios,
¡ay!
hasta la perfección.
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)