Cuando te nombran
Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,
y pintar las paredes con tu nombre,
asomarme a los pozos con tu nombre,
para enseñar al eco tus seis letras distintas.
Porque cuando te nombran
me roban un poquito de tu nombre.
¡Parece mentira
que media docena de letras
digan tanto!
Mi locura sería
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada,
como volverse loco y repetir tu nombre.
Porque cuando te nombran
me roban un poquito de tu nombre.
¡Parece mentira
que media docena de letras
digan tanto!
Mi locura sería olvidarme de todo,
de los números, de las otras veintidós letras restantes,
de los libros leídos, de los versos creados,
saludar con tu nombre,
pedir pan con tu nombre.
Porque cuando te nombran
me roban un poquito de tu nombre.
¡Parece mentira
que media docena de letras
digan tanto!
“Siempre dice lo mismo”, dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
y a todas las preguntas responderé tu nombre
—los jueces y los santos no van a entender nada—.
Dios me condenaría a decirlo sin parar
para siempre.
Poema relacionado
Comentarios
Letra transcrita desde audio. La ortografía y puntuación son aproximadas. La diferencia más llamativa con el poema original reside en convertir la primera estrofa del poema en estribillo, cambiando su orden de aparición, y también la introducción y cambio de lugar de algunos versos.