Jaleo
(Jaleo, jaleo, jaleo, jaleo-leo)
(Huye luna, luna, luna)
(Jaleo, jaleo, jaleo, jaleo-leo)
La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
Mueve la luna sus brazos
Y enseña, lúbrica y pura,
Sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
Te encontrarán sobre el yunque
Con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
Que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
Mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
Tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
Tiene los ojos cerrados
Por el olivar venían,
Bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
Y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
Ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
Con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
Dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
Anda jaleo, jaleo, jaleo, jaleo-leo
Ya se acabó el alboroto ahora empieza el tiroteo
Anda jaleo, jaleo, jaleo, jaleo-leo
Ya se acabó el alboroto ahora empieza el tiroteo (x3)
(Transcripción tomada de Youtube Music)
Detalles discográficos
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La musicalización se hace sobre el “Romance de la luna luna” de Federico García Lorca y “Anda jaleo”, canción tradicional española arreglada por el poeta para voz y piano y grabada junto con La Argentinita en Colección de canciones populares españolas (1931).
El estribillo de la canción consiste en la repetición del verso “Anda, jaleo” con un ritmo diferenciado respecto al resto del poema. Las estrofas musicalizan el Romance de la luna, luna, aunque se suprimen cuatro versos (vv. 11-14) por razones musicales –de esta forma, se produce una anáfora en “Huye luna, luna, luna”, que posee un ritmo análogo a los versos iniciales, lo cual refuerza la sensación de estribillo.
Finalmente, es interesante destacar el inicio de la base instrumental de la canción. Esta comienza con acordes placados en el piano acompañados de sutil percusión; los acordes conforman una cadencia andaluza de manera claramente similar -en cuanto a la morfología de los acordes- a la «Nana de Sevilla», canción folklórica también musicalizada por Lorca en el mismo álbum que «Anda, jaleo».