Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quite la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
Que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela.
Y yo me la llevé del río
sucia de besos y arena.
(Transcripción propia a partir del audio a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Poema relacionado
Comentarios
Hubo dos musicalizaciones anteriores a 1975, por eso no recogidas en esta base de datos: Pepe Albaicín (Sin título, 1964) y Pepe de Córdoba (Canta a Federico García Lorca, 1972).
Las principales variaciones con el poema de Lorca radican en la omisión de versos (vv. 10-19, 28-31, 40-43, 46-55) y la creación de un estribillo mediante la conjunción de cuatro versos tomados de diferentes lugares del poema (vv. 1, 2, 45 y 44).