Llamo a la juvetud

Senda

Los quince y los dieciocho,

los dieciocho y los veinte…

Me voy a cumplir los años

al fuego que me requiere,

y si resuena mi hora

antes de los doce meses,

los cumpliré bajo tierra.

Yo trato que de mí queden

una memoria de sol

y un sonido de valiente.

 

Sangre que no se desborda,

juventud que no se atreve,

ni es sangre, ni es juventud,

ni relucen, ni florecen.

Sangre que no se desborda,

juventud que no se atreve,

ni es sangre, ni es juventud,

ni relucen, ni florecen.

 

La muerte junto al fusil,

antes que se nos destierre,

antes que se nos escupa,

antes que se nos afrente

La juventud siempre empuja,

la juventud siempre vence,

y la salvación de España

de su juventud depende.

 

Sangre que no se desborda,

juventud que no se atreve,

ni es sangre, ni es juventud,

ni relucen, ni florecen.

 

(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).

Intérprete

Nacionalidad: España

Detalles discográficos

Tipo: Álbum
Título del álbum: Llamo a la juventud
Año: 1977
Discográfica: Novola

Comentarios

Esta versión supone una musicalización similar al poema de Miguel Hernández. El autor, para componer la canción, utiliza la primera estrofa del poema; además, utiliza la octava estrofa y los cuatro primeros versos de la novena. Por último, se usan los cuatro primeros versos de la séptima estrofa para elaborar el estribillo de la canción: «…Sangre que no se desborda,/juventud que no se atreve,/ni es sangre, ni es juventud,/ni relucen, ni florecen…»

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