Mi Buenos Aires querido
Juan Tata Cedrón
Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.
(Transcripción propia a partir del audio de la canción y en contraste con el texto del poema; a falta de fuente escrita, la puntuación y ortografía son estimadas).
Detalles discográficos
Tipo:
Álbum
Título del álbum:
Madrugada
Año:
1964
Discográfica: La Rosa Blindada