Al lado estaba el mar y me besabas,
hablaba el mar y no podía oírte,
por eso decidí lo indecidible,
Perderme por tu oscura cabellera.
Subirnos, y subimos pilotando
el invisible coche de la noche,
aterrizamos con luces de contacto
entrada, muy entrada la mañana.
El amor me ha cagado antes de herirme,
me ha vendado los ojos y no veo;
desgarré la ilusión de un manotazo,
tras la ilusión-pasión, aún te quiero.
Si tú ocupas mi mente
si me peino y me ducho
si ya quiero vivir,
mi amor es poco aunque sea mucho.
Si tú ocupas mi mente
si me peino y me ducho
si ya quiero vivir,
mi amor es poco aunque sea mucho.
Venciste tú como eres,
y no como quisiera yo que fueras.
¡Qué fuerte debe ser, de todas formas,
no sé si durará, de esta manera!
Es imposible, amor, quererte poco
desde esta gran locura desangrada
decido… (es un decir) y tu mirada,
echa abajo mi decisión de loco.
Resulta que no es nada lo que toco
si no toco tus manos o tu boca,
es cuerda mi locura si estoy loca,
es cierto ya mi amor si me sofoco.
Si tú ocupas mi mente
si me peino y me ducho
si ya quiero vivir,
mi amor es poco aunque sea mucho.
Si tú ocupas mi mente
si me peino y me ducho
si ya quiero vivir,
mi amor es poco aunque sea mucho.
Resulta que no es nada lo que toco
si no toco tus manos o tu boca,
es cuerda mi locura si estoy loco,
es cierto ya mi amor si me sofoco.
Cuando dejé de amar
me puse a morir,
fue sólo breve hora,
pero,
¡Qué malita se puso servidora!
Cuando dejé de amar
me puse a morir,
fue sólo breve hora,
pero,
¡Qué malita se puso servidora!