No me encontraron – Miguel Poveda

Quiero dormir un rato
Un rato, un minuto, un siglo
Pero que todos sepan que no he muerto

Cuando se hundieron las formas puras

Bajo el cri-cri de las margaritas
Comprendí que me habían asesinado

Recorrieron los cafés y los cementerios
Y las iglesias, abrieron los toneles y armarios
Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro

Ya no me encontraron
No me encontraron
No, no, no me encontraron
No, no me encontraron
No, no, no me encontraron

No me encontraron (x4)

Pero se supo que la sexta luna huyó
Torrente arriba y que el mar recordó de pronto
Los nombres de todos sus ahogados

Recorrieron los cafés y los cementerios
Y las iglesias, abrieron los toneles y armarios
Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro

Y ya no, no me encontraron
No me encontraron
Y ya no me encontraron
No me encontraron

(No me encontraron)

Y ya no me encontraron
(No me encontraron)
No, no, no me encontraron

No me encontraron
(No me encontraron)
Y ya no me encontraron
(No me encontraron. Asesinato)

(No me encontraron)

No, no (No me encontraron)
Y no (Asesinato)
(No me encontraron)

No me encontraron

(Transcripción tomada de Youtube Music).

La canción comienza primeramente con una cita del poema «Gacela de la muerte oscura», de Diván del Tamarit de Lorca. Esta cita, recitada por el cantaor antes de que comience la base instrumental, se incluye por su temática sobre la propia muerte.

El resto de la canción se basa en la musicalización de un fragmento de «Fábula y rueda de los tres amigos» de Poeta en Nueva York. Hay una insistencia musical en el verso “No me encontraron” -seguido de la acusación susurrada «Asesinato»-, aludiendo así al fusilamiento de Lorca y el desconocimiento del paradero de sus restos.