Nuestra vecina

Tiene, Javier, nuestra vecina un talle

que resucita a un muerto, y unos ojos

que derriten el plomo y dan antojos

a quien se los tropieza por la calle.

Hay que trazar un plan que no nos falle

para descerrajarle los cerrojos

y pasear en triunfo sus despojos

cuidando hasta el más mínimo detalle.

Tú en el portal y yo en el descansillo,

siempre al acecho, cristalina media

velándonos la cara y un cuchillo

afilado. Si Dios no lo remedia,

de la vecina haremos picadillo

y de un cuento vulgar una tragedia.

Tiene, Javier, nuestra vecina un talle

que resucita a un muerto, y unos ojos

que derriten el plomo y dan antojos.

Hay que trazar un plan que no nos falle. [Verso x 3]

Hay que trazar un plan… [Verso x 3]

que no nos falle.

(Transcripción propia a partir del audio y en contraste con el poema original; a falta de fuente escrita, la puntuación y ortografía son estimadas)