Umbrío por la pena
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno! [Verso x 2]
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno! [Verso x 2]
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)
Detalles discográficos
Poema relacionado
Comentarios
Este soneto fue musicado por primera vez por Joan Manuel Serrat (Miguel Hernández, 1972); sin embargo, al ser anterior a 1975, esta canción no está recogida en esta base de datos. En la versión de José Miguel Arranz, se usan las variantes léxicas de la letra de Serrat que no estaban en el «Umbrío por la pena» de Miguel Hernández. Por ejemplo, el quinto verso hernandiano, «Sobre la pena duermo solo y uno», es cambiado por «Pena con pena y pena desayuno».