Vals de los enamorados
No salieron jamás
del vergel del abrazo,
y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.
Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rígidos rayos.
Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron,
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios,
cada vez más profundos
en sus cuerpos, sus brazos.
(Tararea)
Perseguidos y hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y lunas
de noviembres y marzos,
aventados se vieron
como el polvo liviano.
Aventados se vieron:
perseguidos y hundidos
por un gran desamparo,
pero siempre abrazados. (Verso x 3)
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)
Detalles discográficos
Poema relacionado
Comentarios
Musicalización casi idéntica, excepto que repite algunos versos y hay ligeras variaciones léxicas. Hubo una primera musicalización de Francisco Curto (Miguel Hernández, 1974), pero, al ser anterior a 1975, no está recogida en esta base de datos.