Vientos del pueblo
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.
Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.
No soy de un pueblo de bueyes
que soy de un pueblo que embargan
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién el rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Detalles discográficos
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Comentarios
Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. El autor utiliza integramente las estrofas primera, segunda, cuarta, sexta y novena; también los dos primeros versos de la tercera estrofa: «…No soy de un pueblo de bueyes/que soy de un pueblo que embargan…». Además, se usa la primera estrofa como estribillo de la canción: Vientos del pueblo me llevan,/vientos del pueblo me arrastran,/me esparcen el corazón/y me avientan la garganta…».