Ascensión de la escoba
Coronada la escoba de laurel, mirto, rosa,
es el héroe entre aquellos que afrontan la basura.
Para librar del polvo sin vuelo cada cosa
bajó, porque era palma y azul, desde la altura.
Su ardor de espada joven y alegre no reposa.
Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura,
azucena que barre sobre la misma fosa,
es cada vez más alta, más cálida, más pura.
¡Nunca! La escoba nunca será crucificada,
porque la juventud propaga su esqueleto
que es una sola flauta muda, pero sonora.
Es una sola lengua sublime y acordada.
Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieto,
y asciende una palmera, columna hacia la aurora.
Género
SonetosAutor
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Nacimiento autor: 1910Fallecimiento autor: 1942Nacionalidad: EspañaGénero: Hombre
Poemario
Canción relacionada
Comentarios
El poema no fue publicado en libro o revista. El poema lo escribió Miguel Hernández en la cárcel de Torrijos en septiembre de 1939. A través del símbolo de la escoba, hace una llamada a la lucha por la justicia y la libertad: «¡Nunca! La escoba nunca será crucificada!».