Canción última – Miguel Hernández
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
El hombre acecha fue editado por la Delegación de la Secretaría de Propaganda en la Imprenta Moderna de Valencia; sin embargo, con la derrota de la II República en la Guerra Civil, no se completaron los trabajos y la edición desapareció.