Canción de los vendimiadores

Si vas a la vendimia,

mi niña, sola,

si vas a la vendimia,

mi niña, sola,

llegarás con la saya

de cualquier forma.

Y a los pocos meses

te rondarán el talle

sandías verdes,

sandías verdes.

De la vendimia vengo

sola, mi niño,

De la vendimia vengo,

sola, mi niño,

con la saya arreglada

y el talle fino.

De la vendimia

vuelve revuelto el talle

que se malicia.

De la vendimia

vuelve revuelto el talle

que se malicia.

A la vendimia, niñas

vendimiadoras,

vendimiadoras.

A la vendimia, niñas,

que ya es la hora,

que ya es la hora.

A la vendimia, niña,

si vendimiara,

si vendimiara

el ramo de tu pecho

y de tu cara,

y de tu cara.

A la vendimia, niños,

niños,

vendimiadores,

vendimiadores,

vendimiadores.

¡Ay!, a la vendimia,

mi niño, niño

van mis amores.

¡Ay!, mas con él cuido

de no perder las hojas

ni los racimos.

Enriquezco tu mano

cogiendo uvas,

cubiertas por los soles

y por las lunas.

¡Ay!, si quisieras

que cortara tus besos

con mis tijeras.

Niña, niña,

vendimiadora.

¡Ay!, a la vendimia, mi niña,

que ya es la hora.

Si vendimiara

el amo de tu pecho

y de tu cara.

¡Ay!, cortando aceitunas,

tu abarca verde

tu pie se vuelve sangre,

mi sangre nieve.

Pisa las uvas, niña,

pisa las uvas,

¡ay!, que como mis amores,

que mis amores,

ya están maduras.

(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)