Canción de los vendimiadores – Jarcha

Canción de los vendimiadores – Jarcha

Título
Canción de los vendimiadores
Intérprete
Jarcha
Nacionalidad
España
Álbum
El rayo que no cesa
Tipo
Long Play (LP)
Año
2011
Discográfica
Autoeditado
Género
Folk, country y otras músicas tradicionales del mundo
Relación con el poema
Musicalización similar
Letra

Si vas a la vendimia,

mi niña, sola,

volverás con la saya

de cualquier forma.

Y a pocos meses

te rondarán el talle

sandías verdes.

Y a pocos meses

te rondarán el talle

sandías verdes.

De la vendimia vengo

sola, mi niño,

con la saya arreglada

y el talle fino.

De la vendimia

vuelve revuelto el talle

que se malicia.

De la vendimia

vuelve revuelto el talle

que se malicia.

A la vendimia, niñas

vendimiadoras,

A la vendimia, niñas,

que ya es la hora.

Si vendimiara

el ramo de tu pecho

y el de tu cara.

Si vendimiara

el ramo de tu pecho

y el de tu cara.

A la vendimia, niños,

vendimiadores,

A la vendimia, niños,

van mis amores.

Mas con él cuido

de no perder las hojas

ni los racimos.

Mas con él cuido

de no perder las hojas

ni los racimos.

Enriquezco tu mano

cortando uvas,

cubiertas por los soles

y por las lunas.

¡Ay!, si quisieras

que cortara tus besos

con mis tijeras.

¡Ay!, si quisieras

que cortara tus besos

con mis tijeras.

Cuando pise racimos

tu abarca verde,

tu pie se vuelve sangre,

mi sangre nieve.

Pisa las uvas,

que, como mis amores,

ya están maduras.

Pisa las uvas,

que, como mis amores,

ya están maduras.

De la vendimia vengo

sola, mi niño,

con la saya arreglada

y el talle fino.

De la vendimia

vuelve revuelto el talle

que se malicia.

De la vendimia

vuelve revuelto el talle

que se malicia.

A la vendimia, niñas

vendimiadoras,

A la vendimia, niñas,

que ya es la hora.

Si vendimiara

el ramo de tu pecho

y el de tu cara.

Si vendimiara

el ramo de tu pecho

y el de tu cara.

A la vendimia, niños,

vendimiadores,

A la vendimia, niños,

van mis amores.

Mas con él cuido

de no perder las hojas

ni los racimos.

Mas con él cuido

de no perder las hojas

ni los racimos.

Cuando pise racimos

tu abarca verde,

tu pie se vuelve sangre,

mi sangre nieve.

Pisa las uvas,

que, como mis amores,

ya están maduras.

Pisa las uvas,

que, como mis amores,

ya están maduras.

(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)

Comentarios
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