Canción del esposo soldado

Pedro Fauras (Bernardo Fuster)

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo, he llegado hasta el fondo.

 

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo, y defiendo tu hijo

 

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejare a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras, sin colmillos ni garras

 

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano, cosida por tu mano.

 

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos,
una mujer y un hombre gastados por los besos.

 

(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).

Intérprete

Nacionalidad: España

Detalles discográficos

Tipo: Álbum
Título del álbum: Manifiesto
Año: 1975
Discográfica: Neue Welt

Comentarios

Esta versión supone una musicalización similar del poema de Miguel Hernández. El autor utiliza, para componer la canción, las estrofas primera, séptima, octava, novena y undécima; además, se repite el último verso de cada estrofas: «…Es preciso matar para seguir viviendo./Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,/y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo/cosida por tu mano, cosida por tu mano…».

Ante la imposibilidad de encontrar el archivo de audio perteneciente a la primera versión del disco Manifiesto, de 1975, hemos adjuntado el enlace para una canción perteneciente a un disco recopilatorio del autor, Que el tiempo no borre.

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