Casida del sueño al aire libre – Carlos Cano
Flor de jazmín y toro degollado.
Pavimento infinito, mapa, sala, arpa, alba.
La niña sueña un toro de jazmines
y el toro es un sangriento crepúsculo quebrado.
Si el cielo fuera un niño pequeñito
los jazmines tendrían mitad de noche oscura
y el toro circo azul sin lidiadores,
corazón al pie de una columna.
Pero el cielo es un elefante
y el jazmín es un agua sin sangre,
y la niña es un ramo nocturno
por el inmenso pavimento oscuro.
Entre el jazmín y el toro
o garfios de marfil o gente dormida.
En el jazmín un elefante y nubes
y en el toro el esqueleto de la niña.
Entre el jazmín y el toro
o garfios de marfil o gente dormida.
En el jazmín un elefante y nubes
y en el toro el esqueleto de la niña.
Entre el jazmín y el toro
o garfios de marfil o gente dormida.
En el jazmín un elefante y nubes
y en el toro el esqueleto de la niña.
(Transcripción propia a partir del audio a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Musicalización idéntica a excepción de una variante en los dos últimos versos de la primera estrofa que en el poema de Lorca dicen así:
«La niña es un toro de jazmines
y el toro es un sangriento crepúsculo que brama»
(Federico García Lorca, Diván del Tamarit – Sonetos del amor oscuro, Barcelona, Lumen – Penguin Random House, 2015, p.37)