Compañero

Carmen Linares

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por dolor me duele hasta el aliento.

 

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,

 

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y de sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

 

No perdono a la muere enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

 

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

 

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

 

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

 

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero.
que tenemos que hablar,
compañero de alma,
compañero de alma, compañero.

 

(Letra tomada de Quedeletras.com y corregida a partir del audio, la puntuación y ortografía son estimadas)

Género

Flamenco

Intérpretes

Nacionalidad: España

Detalles discográficos

Tipo: Álbum
Año: 2016
Discográfica: Salobre

Comentarios

Miguel Ángel Rodríguez musicalizó por primera vez este poema de Miguel Hernádnez (Manifiesto Canción del Sur, 1971), y luego lo hizo Joan Manuel Serrat (Miguel Hernández, 1972). Ninguna de estados dos versiones están incluidas en esta base de datos por ser anteriores a 1975.

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