Oda a Walt Whitman (Fragmento)
Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whitman,
contra el niño que escribe
nombre de niña en su almohada;
ni contra el muchacho que se viste de novia
en la oscuridad del ropero;
ni contra los solitarios de los casinos
que beben con asco el agua de la prostitución;
ni contra los hombres de mirada verde
que aman al hombre y queman sus labios en silencio.
Pero sí, pero sí, contra vosotros, maricas, maricas de las ciudades
de carne tumefacta y pensamiento inmundo.
Madres de lodo. Arpías. Enemigos sin sueño
del amor, del amor,
del amor que reparte,
que reparte coronas de alegría,
del amor, que del amor,
del amor que reparte,
que reparte coronas de alegría,
que del amor, del amor, que del amor
del amor que reparte, que reparte coronas de alegría,
que reparte coronas de alegría,
que reparte coronas de alegría.
(Transcripción propia a partir del audio a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Detalles discográficos
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Musicalización de la estrofa 17 del poema, omitiendo todo lo demás.