Romance de la pena negra

La Rêverie

Las piquetas de los gallos

cavan buscando la aurora,

cuando por el monte oscuro

baja Soledad Montoya.

Cobre amarillo, su carne,

huele a caballo y a sombra.

Yunques ahumados sus pechos,

gimen canciones redondas.

Soledad, ¿por quién preguntas

sin compaña y a estas horas?

Pregunte por quien pregunte,

dime, ¿a ti qué se te importa?

Vengo a buscar lo que busco,

mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,

caballo que se desboca,

al fin encuentra la mar

y se lo tragan las olas.

No me recuerdes el mar

que la pena negra, brota

en las tierras de aceituna

bajo el rumor de las hojas.

¡Soledad, qué pena tienes!

¡Qué pena tan lastimosa!

 

 

Lloras zumo de limón

agrio de espera y de boca.

¡Qué pena tan grande! Corro

mi casa como una loca,

mis dos trenzas por el suelo,

de la cocina a la alcoba.

¡Qué pena! Me estoy poniendo

de azabache, carne y ropa.

 

 

¡Ay mis camisas de hilo!

¡Ay mis muslos de amapola!

Soledad, lava tu cuerpo

con agua de las alondras

y deja tu corazón en paz,

en paz, Soledad Montoya.

 

 

Vengo a buscar lo que busco,

mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,

caballo que se desboca,

al fin encuentra la mar

y se lo tragan las olas.

No me recuerdes el mar

que la pena negra, brota.

 

 

 

(Transcripción propia a partir del audio, a falta de buena fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).

Intérprete

Nacionalidad: España

Detalles discográficos

Tipo: Álbum
Título del álbum: Canciones redondas. Rounded Songs
Año: 2018
Discográfica: La Rêverie

Comentarios

Hubo dos musicalizaciones anteriores a 1975, por eso no están recogidas en esta base de datos: Gabriela Ortega ‎(Federico García Lorca, 1958) y Alejandro Manzano, Antonio Maya ‎(Guitarra flamenca y poemas de García Lorca, 1973).

La variación más significativa con respecto al poema de Lorca es la omisión de los versos 39-46 y la repetición de los versos 13-20 al final de la canción.

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