Si mi voz muriera en tierra – Enrique Morente
Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar,
si mi voz muriera en tierra,
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Deseando una cosa
parece un mundo,
luego que se consigue
tan sólo es humo.
Tan solo es humo, niña,
tan solo es humo.
Deseando una cosa
parece un mundo.
A dibujar esa rosa
ayudarme caballero
a dibujar esa rosa
que soy solito y no puedo
dibujarla tan hermosa
que soy solito y no puedo
dibujarla tan hermosa.
El sarmiento en la lumbre,
y el que se enamora,
el sarmiento en la lumbre,
y el que se enamora,
por un lado se enciende,
por un lado se enciende,
por un lado se enciende,
por otro, llora.
por un lado se enciende,
por otro, llora.
¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera¡
¡Oh mi voz condecorada
sobre el corazón un ancla,
y sobre el ancla vela,
y sobre la vela el viento,
y sobre el viento la estrella!
Deseando una cosa
parece un mundo,
luego que se consigue
tan sólo es humo.
Tan solo es humo, niña,
tan solo es humo.
Deseando una cosa
parece un mundo.
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original; la puntuación y ortografía son estimadas).
Hubo dos musicalizaciones anteriores a 1975, por eso no recogidas en esta base de datos: Guillermina Motta i Cardona (single, 1969) y Los lobos (Vientos del pueblo, 1972).
La principal variación con el poema de Rafael Alberti radica en la introducción de tres cantigas tradicionales (s. XVIII-XIX d. C.).
En la última estrofa del poema cambia de lugar las palabras «estrella» y «vela», colocando la segunda en el lugar de la primera y viceversa.