Tu puerta no tiene casa – Jarcha
Tu puerta no tiene casa
ni calle: tiene un camino
por donde la tarde pasa
como un agua sin destino.
Tu puerta tiene una llave
que para todos rechina.
En la tarde hermosa y grave
ni una sola golondrina.
Hierbas en tu puerta crecen
de ser tan poco pisada,
todas las cosas padecen
sobre la tarde abrasada.
Todas las cosas padecen
sobre la tarde abrasada.
La piel de tu puerta encierra
un lecho que compartir.
La tarde no encuentra tierra
donde ponerse a morir.
Lleno de un siglo de ocasos
de una tarde azul de abierta,
hundo en tu puerta mis pasos
y no sales a tu puerta.
hundo en tu puerta mis pasos
y no sales a tu puerta.
En tu puerta no hay ventana
por donde poderte hablar.
Tarde, hermosura lejana
que nunca podré lograr.
Y la tarde azul corona
tu puerta gris, de vacía.
Y la noche se amontona
sin esperanzas de día.
Hierbas en tu puerta crecen
de ser tan poco pisada,
todas las cosas padecen
sobre la tarde abrasada.
Todas las cosas padecen
sobre la tarde abrasada.
Lleno de un siglo de ocasos
de una tarde azul de abierta,
hundo en tu puerta mis pasos
y no sales a tu puerta.
Hundo en tu puerta mis pasos
y no sales a tu puerta.
En tu puerta no hay ventana
por donde poderte hablar.
Tarde, hermosura lejana
que nunca podré lograr.
que nunca podré lograr.
(Transcripción propia a partir del poema y del audio de la canción, a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Esta versión supone una musicalización similar al poema de Miguel Hernández. Para componer la canción, el artista toma todas las estrofas del poema menos la primera y la última. La cuarta y sexta estrofas son utilizadas a modo de puenta antes de las estrofas finales de la canción:
«…Hierbas en tu puerta crecen/de ser tan poco pisada,/todas las cosas padecen/sobre la tarde abrasada./
Todas las cosas padecen/sobre la tarde abrasada.
Lleno de un siglo de ocasos/de una tarde azul de abierta,/hundo en tu puerta mis pasos/y no sales a tu puerta./Hundo en tu puerta mis pasos/y no sales a tu puerta…»