Afuera, afuera, Rodrigo

Juan de Escobar

Afuera, afuera, Rodrigo

el sobervio Castellano,

acordásete deviera

de aquel buen tiempo passado,

que te armaron Cavallero

en el Altar de Santiago,

quando el Rey fue tu padrino,

tu Rodrigo el afijado:

Mi padre te dio las armas,

mi madre te dio el cavallo,

yo te calçé espuela de oro,

porque fuesses más honrado.

Pensé de casar contigo,

no lo quiso mi pecado,

casaste con Ximena Gómez,

hija del Conde Lozano.

Con ella huvistes dineros,

conmigo fueras honrado,

porque si la renta es buena,

muy mejor es el Estado.

Si bien casaste, Rodrigo,

muy mejor fueras casado,

dexaste hija de Rey

por tomar de su vasallo.

En oír esto Rodrigo

quedó dello algo turbado,

con la turbación que tiene,

esta respuesta le ha dado.

Si os parece, mi señora,

bien podemos desviarlo.

Respondiole doña Vrraca:

con rostro muy sossegado:

No lo mande Dios del Cielo,

que por mí se haga tal caso.

Que mi alma penaría,

si yo fuesse en discrepallo;

bolviose presto Rodrigo

y dixo muy angustiado:

Afuera, afuera los míos,

los de a pie y los de a cavallo,

que de aquella torre mocha

vna vira me han tirado,

y aunque no traía fierro,

el coraçón me ha passado,

ya ningún remedio siento,

sino vivir más penado.

Género

Romances

Autor

Movimiento: Renacimiento

Poemario

Año de publicación original: 1550 (Aprox.)
Edición utilizada: 1706 - Martín de Zavala

Canción relacionada

Comentarios

Se considera que esta versión concreta del romance, donde las espuelas del Cid son de oro, es fruto de los retoques de Juan de Escobar.