Cantar

Miguel Hernández

Es la casa un palomar

y la cama un jazminero.

Las puertas de par en par

y en el fondo el mundo entero.

 

El hijo, tu corazón.

Madre que se ha engrandecido.

Dentro de la habitación

todo lo que ha florecido.

 

El hijo te hace un jardín,

y tú has hecho al hijo, esposa,

la habitación del jazmín,

el palomar de la rosa.

 

Alrededor de tu piel

ato y desato la mía.

Un mediodía de miel

rezumas: un mediodía.

 

¿Quién en esta casa entró

y la apartó del desierto?

Para que me acuerde yo

alguien que soy yo y ha muerto.

 

Viene la luz más redonda

a los almendros más blancos.

La vida, la luz se ahonda

entre muertos y barrancos.

 

Venturoso es el futuro,

como aquellos horizontes

de pórfido y mármol puro

donde respiran los montes.

 

Arde la casa encendida

de besos y sombra amante.

No puede pasar la vida

más honda y emocionante.

 

Desbordadamente sorda

la leche alumbra tus huesos.

Y la casa se desborda

con ella, el hijo y los besos.

 

Tú, tu vientre caudaloso,

el hijo y el palomar.

Esposa, sobre tu esposo

suenan los pasos del mar.

Género

Poesía lírica

Autor

Movimiento: Generación del 36

Poemario

Año de publicación original: 1958
Lugar de publicación original: Buenos Aires
Publicación/Edición original: Lautaro
Edición utilizada: Obra poética completa - 2017 - Alianza Editorial

Comentarios

Aunque publicado póstumamente por primera vez en 1958, el poema fue escrito en la cárcel entre 1938 y 1941.