El caballo y el azor

En León son las cortes. Llegó el conde lozano:
un cavallo lieva preçiado, et un azor en la mano.
Et conprógelo el rey por aver monedado:
en treinta e çinco mill maravedís fue el cavallo et el azor apreçiado.
Al gallarín gelo vendió el conde, que gelo pagasse a día de plazo.
Largos plazos passaron, que non fue el conde pagado:
nin quiríe ir a las cortes, e menos de entregarlo.
Con fijos e con mugieres, castellanos van a las cortes de León.
E conde Fernand Gonçález dixo al rey atanto:
«Rey, non verné a vuestras cortes, a menos de ser pagado
del aver que me devedes, de mi azor e de mi cavallo.»
Quando contaron el aver, el rey non podía pagarlo:
tanto creçió el gallarín que lo non pagaría el regnado.
Venieron abenençia el rey et el conde lozano,
que quitasse a Castilla: el conde fue mucho pagado,
plogol’ al conde, quando oyó este mandado.
Assí sacó a Castilla el buen conde don Fernando,
aviendo guerra con moros e con christianos
a toda parte, de todo su condado.

Autor

  • Anónimo
    Nacimiento autor: No aplica
    Fallecimiento autor: No aplica
    Nacionalidad: España
Movimiento: Edad Media

Poemario

Canción relacionada

Comentarios

Usamos el texto de la edición de Poesía medieval de Víctor de Lama (Penguin Random House, 2018). El episodio del caballo y el azor es uno de los más famosos de la leyenda de Fernán González, pero en este caso está tomada de las Mocedades de Rodrigo (vv. 87-105).