La voz inmóvil – Emilio Prados
El ciprés, junto a la adelfa,
velando a la luna nueva,
me está llamando:
―Ven, ven…
(No, no, que no voy,
que no.)
El ciprés, junto a la acequia,
velando a la luna llena,
me está llamando:
―Ven, ven…
(No, no, que no voy,
que no.)
El ciprés, junto a la alberca,
velando a la luna muerta,
me está llamando:
―Ven, ven…
(No, no, que no voy,
que no.)
La noche cubre al ciprés,
como una campana negra.
Sigue sonando:
―¡Ven!…
¡Ven!…