Romance del rey Chico

El año de cuatrocientos que noventa y dos corría,
el rey Chico de Granada perdió el reino que tenía.
Salióse de la ciudad un lunes a mediodía,
cercado de caballeros la flor de la Morería.
Su madre lleva consigo que la tiene compañía.
Por ese Genil abajo que el rey Chico se salía,
los estribos se han mojado que eran de gran valía.
Por mostrar más su dolor que en el corazón tenía,
ya que esa áspera Alpujarra era su jornada y vía,
desde una cuesta muy alta Granada se parecía.
Volvió a mirar a Granada, desta manera decía:
—¡Oh, Granada la famosa, mi consuleo y alegría!
¡Oh, mi alto Albayzín y mi rica Alcaycería!
¡Oh mi Alhambra y Alijares y mezquita de valía,
mis baños, huertas y ríos, donde holgar me solía!
¿Quién os ha de mí apartado que jamás yo vos vería?
Ahora te estoy mirando desde lejos, ciudad mía;
mas presto no te veré, pues ya de ti me partía.
¡Oh, rueda de la fortuna, loco es quien en ti fía,
que ayer era rey famoso y hoy no tengo cosa mía!—.
Siempre el triste corazón lloraba su cobardía,
y, estas palabras diciendo, de desmayo se caía.
Iba su madre delante con otra caballería,
viendo la gente parada la reina se detenía
y la causa preguntaba porque ella no lo sabía.
Respondióle un moro viejo con honesta cortesía:
—Tu hijo mira Granada y la pena le afligía—.
Respondido había la madre, desta manera decía:
—Bien es que como mujer llore con grande agonía
el que como caballero su estado no defendía—.

Autor

  • Anónimo
    Nacimiento autor: No aplica
    Fallecimiento autor: No aplica
    Nacionalidad: España
Movimiento: Edad Media

Poemario

Título: Romancero viejo

Comentarios

La crítica de la madres es lo que más ha calado de este romance.