Casida de la muchacha dorada – Carlos Cano
La muchacha dorada
se bañaba en el agua
y el agua se doraba.
Las algas y las ramas
en sombra la asombraban
y el ruiseñor cantaba
por la muchacha blanca.
Vino la noche clara,
turbia de plata mala,
con peladas montañas,
bajo la brisa parda.
La muchacha mojada
era blanca en el agua
y el agua, llamarada.
Vino el alba sin mancha,
con mil caras de vaca,
yerta y amortajada
con heladas guirnaldas.
La muchacha de lágrimas
se bañaba entre llamas
y el ruiseñor lloraba
con las alas quemadas.
La muchacha dorada
era una blanca garza
y el agua la doraba,
y el agua la doraba.
(Transcripción propia a partir del audio a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Musicalización idéntica a excepción de la repetición del verso final y un sutil cambio de palabras en el verso 16 del poema, donde en aquel dice «cien» y en la canción «mil».