Elegía a Ramón Sijé
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano,
Compañero del alma, compañero.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
No hay extensión más grande que mi herida,
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugo la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
No perdono a la tierra ni a la nada.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas…
de almendro de nata te requiero:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Compañero del alma, tan temprano.
Compañero del alma, compañero.
Compañero del alma, tan temprano. [Estrofa x 3]
Compañero del alma, compañero.
[Tararea hasta terminar]
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)
Género
RockDetalles discográficos
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Miguel Ángel Rodríguez musicalizó por primera vez este poema de Miguel Hernández (Manifiesto Canción del Sur, 1971), y luego lo hizo Joan Manuel Serrat (Miguel Hernández, 1972). Ninguna de estados dos versiones están incluidas en esta base de datos por ser anteriores a 1975.