Gacela del amor imprevisto
Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre tus dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué en mi interior para darte por mi pecho
las letras de marfil que dicen:
“siempre, siempre”, jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.
Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
(Transcripción propia a partir del audio a falta de fuente escrita; la puntuación y ortografía son estimadas).
Poema relacionado
Comentarios
Hubo una musicalización en portugués anterior a 1975, por ambas razones no está recogida en esta base de datos: Dário De Barros (Canta Ary Dos Santos, António Gedeão, Bertolt Brechet, Garcia Lorca, 1973).
Las variaciones con el poema de Lorca son mínimas en algunos versos 4, 12 y 13, y no cambian el significado profundo del poema. Se repiten los dos primeros versos de este como cierre de la canción.