Las arcas de arena
Fabló mio Çid, el que en buena ora çinxo espada
Martín Antolínez, sodes ardida lança.
Si yo bivo, doblar vos he la soldada.
Espeso el oro e toda la plata
bien lo veedes que yo non trayo nada
fer lo he amidos, de grado non avrié nada.
Con vuestro consejo bastir quiero dos arcas
inchámoslas d’arena, ca bien serán pesadas
de guadalmeçí cubiertas e bien enclaveadas.
Por Vidas e Raquel, vayádesme privado
non puedo traer el aver, ca mucho es pesado
empeñar gelo he por lo que fore guisado.
Raquel e Vidas seíense consejando
dos arcas tiene llennas de oro esmerado.
Nos huebos avemos en todo ganar algo.
Mas dezidnos del Çid, de qué será pagado
o qué ganançia nos dará por todo aqueste año
por dexar so aver en salvo, seyscientos marcos.
Afévoslos a la tienda del Campeador contado.
Ya me exco de tierra ca del rey so ayrado.
A lo quem semeja, de lo mio avredes algo.
Que sobre aquellas arcas dar le ien seyscientos marcos
e bien gelas guardarien fasta cabo del año
que si antes las catassen que fossen perjurados.
Al cargar de las arcas veriedes gozo tanto.
Non las podíen poner en somo, eran esforçados
que mientras que visquiesen refechos eran amos.
Género
Canción de autorDetalles discográficos
Poema relacionado
Comentarios
Toma los vv. 78-82, 84-87, 89-92, 122, 113, 123, 129-130, 133 y 135 (fundidos en un verso), 152, 156-157, 161-162, 164, 170-171 y 173, del cantar primero del Cantar de mio Cid, en ese orden, con modificaciones mínimas. Probablemente sigue la edición de Menéndez Pidal, dado el tratamiento de -e final en varios versos, pero no podemos asegurarlo por el momento. Todo el disco está dedicado al Cantar de mio Cid, del que es una adaptación.