A mi gran Josefina adorada

Miguel Hernández

Tus cartas son un vino

que me trastorna y son

el único alimento

para mi corazón.

 

Desde que estoy ausente

no sé sino soñar,

igual que el mar tu cuerpo,

amargo igual que el mar.

 

Tus cartas apaciento

metido en un rincón

y por redil y hierba

les doy mi corazón.

 

Aunque bajo la tierra

mi amante cuerpo esté,

escríbeme, paloma,

que yo te escribiré.

 

Cuando me falte sangre

con zumo de clavel,

y encima de mis huesos

de amor cuando papel.

Género

Poesía lírica

Autor

Movimiento: Generación del 36

Poemario

Edición utilizada: Obra poética completa - 2017 - Alianza Editorial
Temas: Amor

Comentarios

Hubo una primera versión musical de este poema, a cargo de Numa Moraes (La patria compañero, Uruguay, 1971), pero no está recogida en esta base de datos por ser anterior a 1975.