[Callo después de muerto] – Miguel Hernández
Callo después de muerto.
Hablas después de viva.
Pobres conversaciones
desusadas por dichas,
nos llevan lo mejor
de la muerte y la vida.
Con espadas fraguadas
en silencio, fundidas
en miradas, en besos,
en pasiones invictas
nos herimos, nos vamos
a la lucha más íntima.
Con silencio te ataco.
Con silencio tú vibras.
Con silencio reluce
la verdad cristalina.
Con silencio caemos
en la noche, en el día.
Aunque publicado póstumamente por primera vez en 1958, el poema fue escrito en la cárcel entre 1938 y 1941. En la Obra poética completa consultada aquí, se informa de otra versión anotada en un manuscrito:
Callo después de muerto.
Hablas después de viva.
Pobres conversaciones
no expresadas y dichas,
nos llenan lo mejor
de la muerte y la vida.
Un silencio vibrante
ata lenguas y vibra.
Con espadas forjadas
en silencio, fundidas
en miradas, en besos,
alargadas en días,
nuestros cuerpos se elevan,
nuestros cuerpos se abisman.
Con silencio te bato.
Con silencio me intimas.
Con silencio vibrante
de silencios y sílabas.