Rima LXI – Lope de Vega
Ir y quedarse y con quedar partirse,
partir sin alma e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse,
arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.
La canción musicaliza el poema, pero con ligeros cambios léxicos y reordenando y suprimiendo algunos versos, de modo que la estructura original del soneto se transforma en una composición a base de estrofas de cuatro versos.