Romance de don Bueso

Camina don Bueso mañanita fría
a tierra de moros a buscar amiga;
ni la encuentra en casa ni la encuentra en villa;
la encontró lavando en una fuente fría:

—Quítate de ahí, mora, hija de judía,
que beba el caballo en esa fuente fría.
—Reviente el caballo y el que en él venía,
que yo ni soy mora ni hija de judía,
que soy cristianita, bautizada en pila.
—Si eres cristianita, yo te llevaría,
si a las ancas, ancas, si a la silla, silla.
—(Y) a las ancas, no, que es bajeza mía,
y a la silla, silla, yo muy bien iría—.
Y al subir al alto, dio un voz la niña,
conoció la tierra donde fue nacida:
—Mi padre buen rey plantó aquí esta oliva,
mi madre la reina sentadita en silla,
mi hermano don Bueso los toros corría,
mi hermana mayor bordaba y cosía,
yo, como chiquita, las hebras torcía.
—Salga, la mi madre, salga, madre mía,
que fui a buscar nuera, le traje una hija.
—Si me traes nuera, sea bienvenida;
si me traes la hija, mejor recibida.
Mala color tiene para ser mi hija.
—¡Qué color, mi madre, qué color quería,
si ya hace siete años que pan no comía,
no siendo berros de una fuente fría,
y de esos, pocos, que no los había!
Mi saya del oro, del oro tejida,
que te dejé nueva y te hallé rompida.

Autor

  • Anónimo
    Nacimiento autor: No aplica
    Fallecimiento autor: No aplica
    Nacionalidad: España
Movimiento: Edad Media

Poemario

Título: Romancero viejo

Comentarios

Versión editada por Piñero; es una de las muchas versiones de este romance.