Silbo de la llaga perfecta
Abreme, amor, la puerta
de la llaga perfecta,
de la llaga perfecta.
Abre, amor mío, abre
la puerta de mi sangre,
la puerta de mi sangre.
Abre, para que salgan
todas las malas ansias.
Abre, para que huyan
las intenciones turbias.
Abre, amor mío, abre
la puerta de mi sangre,
la puerta de mi sangre.
Abre, amor mío, abre
la puerta de mi sangre,
la puerta de mi sangre.
Abre, para que sean
fuentes puras mi venas,
mis manos cardos mondos,
pozos quietos mis ojos.
Abre, amor mío, abre
la puerta de mi sangre,
la puerta de mi sangre.
Abre, que viene el aire
de tus palabras…¡Abre!
Abre, amor, que ya entra…
¡Ay!
Que no se salga… ¡Cierra!
Abre, amor mío, abre
la puerta de mi sangre,
la puerta de mi sangre.
(Transcripción propia a partir del audio y el poema original de Miguel Hernández; la puntuación y ortografía son estimadas)