Aquí dise de cómo fue fablar con doña Endrina el arçipreste

Juan Ruiz (Arcipreste de Hita)

¡Ay Dios, y quán fermosa viene doña Endrina por la plaça!
¡Qué talle, qué donayre, qué alto cuello de garça!
¡Qué cabellos, qué boquilla, qué color, que buenandança!
Con saetas de amor fiere quando los sus ojos alça.

 

Pero tal lugar non era para fablar en amores,
a mí luego me vinieron muchos miedos e temblores,
los mis pies e las mis manos non eran de sí señores,
perdí seso, perdí fuerza, mudáronse mis colores.

 

Unas palabras tenía pensadas para le desir,
el miedo de las compañas me fasíen al departir,
apenas me conosçía nin sabía por dó ir,
con mi voluntat mis dichos non se podían seguir.

 

Fablar con muger en plaça es cosa muy descobierta,
a veses mal perro anda tras mala puerta abierta,
bueno es jugar fermoso, echar alguna cobierta,
a do es lugar seguro es bien fablar cosa çierta.

 

«Señora, la mi sobrina que en Toledo seía
»se vos encomienda mucho, mil saludes vos envía:
»si avies’ lugar e tiempo por quanto de vos oía,
»deseavos mucho ver, et conoçer vos querría.

 

»Querían allá mis parientes casarme en esta saçón
»con una donçella rica, fija de don Pepión,
»a todos di por respuesta que la non quería, non,
»de aquella sería mi cuerpo que tiene mi coraçón.»

 

Abajé más la palabra, díxel’ que en juego fablava,
porque toda aquella gente de la plasa nos mirava,
desde vi que eran idos, que omen aí non fincava,
començel’ desir mi quejura del amor que me afincava.

 

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»Otro non sepa la fabla, d’esto fagamos,
»do se çelan los amigos, son más fieles entramos.

 

»En el mundo non es cosa que yo ame a par de vos,
»tiempo es ya pasado de los años más de dos
»que por vuestro amor me pena, ámovos más que a Dios.
»Non oso poner persona que lo fable entre nos.

 

»Con la grant pena que paso vengo a vos desir mi quexa.
»Vuestro amor he d’esto que me afinca e me aquexa
»non me tira, non me parte, non me suelta, non me dexa:
»tanto me da la muerte, quanto más se me alexa.

 

»Reçelo he que non me oídes esto que vos he fablado,
»fablar muncho con el sordo es mal seso e mal recabdo
»cret que vos amo tanto que non ey mayor cuydado
»esto sobre todas cosas me traye más afincado.

 

»Señora, yo non me trevo a desir vos más rasones
»fasta que me respondades a estos pocos sermones,
»Desitme vuestro talant, veremos los coraçones.»
Ella dixo: «Vuestros dichos non los preçio dos piñones.

 

»Bien así engañan munchos a otras munchas Endrinas,
»el ome tan engañoso así engaña a sus vesinas,
»non cuydedes que só loca por oyr vuestras parlinas
»buscat a quien engañedes con vuestras falsas espinas.»

 

Yo le dixe: «Ya, sañuda, anden fermosos trebejos,
»son los dedos en las manos, pero non son todos parejos,
»todos los omes non somos de unos fechos nin consejos,
»la peña tiene blanco et prieto, pero todos son conejos.

 

»A las vegadas lastan justos por pecadores,
»a munchos empeesçen los agenos errores
»fas’ mal culpa de malo a buenos e a mejores,
»deven tener la pena a los sus fasedores.

 

»El yerro que otro fiso a mí non faga mal,
»avet por bien que vos fable allí so aquel portal.
»Non vos vean aquí todos los que andan por la cal,
»aquí vos fablaré uno, allí vos fablaré ál.»

 

Paso a paso doñ’ Endrina so el portal es entrada,
bien loçana e orgullosa, bien mansa e sosegada,
los ojos bayo por tierra en el poyo asentada,
yo torné en la mi fabla que tenía comenzada:

 

«Escúcheme, señora, la vuestra cortesía,
»un poquillo que vos diga la muerte mía:
»cuydades que vos fablo en engaño et en folía,
»e non sé qué me faga contra vuestra porfía.

 

»A Dios juro, señora, por aquesta tierra
»que tanto vos he dicho de la verdat non yerra:
»estades enfriada más que la nief de la sierra,
»e sodes tan moça que esto me atierra.

 

»Fablo en aventura con la vuestra moçedat,
»cuydades que vos fablo lisonja et vanidat,
»non me puedo entender en vuestra chica edat,
»querriedes jugar con la pella más que estar en poridat.

 

»Pero sea más noble para plasentería
»et para estos juegos edat de mançebía,
»la verdat en seso lieva la mejoría,
»a entender las cosas el grant tiempo las guía.

 

»A todas las cosas fase el grand uso entender
»el arte et el uso muestra todo el saber.
»Sin el uso et arte ya se va pereser,
»do se usan los omes puédense conoçer.

 

»Yt et venit a la fabla otro día por mesura,
»pues que oy non me creedes, o non es mi ventura:
»yt et venit a la fabla esa creençia atán dura:
»usando oyr mi pena, entenderedes mi quexura.

 

»Otorgatme ya, señora, aquesto de buena miente
»que vengades otro día a la fabla solamiente:
»yo pensaré en la fabla et sabré vuestro talente,
ȇl non oso demandar, vos venid seguramiente.

 

»Por la fabla se conosçen los más de los coraçones,
»yo entenderé de vos algo, et oyredes las mis rasones,
»yt, et venit a la fabla que mugeres et varones
»por las palabras se conosçen et son amigos et compañones.

 

»Porque omen non coma nin comienza la mançana
»es la color et la vista alegría palançiana,
»es la fabla et la vista de la dueña tan loçana
»al ome conorte grande et plasentería bien sana.»

 

Esto dixo doña Endrina, esta dueña de prestar:
«Onra et non desonra es cuerdamiente fablar,
»las dueñas et mugeres deven su respuesta dar
»a qualquier que las fablare o con ellas raçonar.

 

»Quanto esto vos otorgo a vos o a otro cualquier,
»fablat vos, salva mi honra, quanto fablar vos quixéredes,
»de palabras en juego direlas si las oyer’,
»non vos consintré engaño cada que lo entendier’.

 

»Estar sola con vos solo esto yo non lo faría,
»non deve la muger estar sola en tal compañía,
»naçe dende mala fama, mi desonra sería
»ante testigos que nos veyan fablar vos he algún día.»

 

»Señora, por la mesura que agora prometedes,
»non sé graçias que lo valan quantas vos mereçedes;
»a la merçed que agora de palabra fasedes
»egualar non se podrían ningunas otras merçedes.

 

»Pero fío de Dios que aun tiempo verná
»que qual es el buen amigo por las obras paresçerá,
»querría fablar, non oso, tengo que vos pesará.»
Ella dixo: «Pues desildo, et veré qué tal será.»

 

«Señora, que me prometedes de lo que de amor queremos
»que si oviere logar et tiempo cuando en uno estemos,
»segund que yo deseo, vos e yo nos abraçemos:
»para vos non pido mucho et con esto pasaremos.»

 

Esto dixo doña Endrina: «Es cosa muy probada
»que por sus besos la dueña finca muy engañada,
»ençendimiento grande pone el abrazar al amada,
»toda muger es vençida desqu’esta joya es dada.

 

»Esto yo no vos otorgo salvo la fabla de mano,
»mi madre verná de misa, quiérome ir de aquí temprano,
»non sospeche contra mí que ando con seso vano,
»tiempo verná que podremos fablar vos et yo este verano.»

 

Fuese mi señora de la fabla su vía
desque yo fui naçido nunca vi mejor día,
solás tan plasentero et tan grande alegría
quiso me Dios bien guiar et la ventura mía.

 

Cuydados munchos me aquexan a que non fallo consejo,
si muncho usó la dueña con palabras de trebejo,
puede ser tanta la fama que saliría a conçejo:
así perdería la dueña que sería pesar sobejo.

 

Si la non digo non uso el amor se perderá,
si veye que la olvido, ella otro amará,
el amor con uso creçe, desusando menguará,
do la muger olvidares, ella te olvidará.

 

Do añadieres la leña creçe sin dubda el fuego,
si la leña se tirare el fuego menguará luego,
el amor et la bien querençia creçe con usar juego,
si la muger olvidares poco preçiará tu ruego.

 

Cuidados tan departidos créçenme de cada parte,
con pensamientos contrarios el mi coraçón se parte,
et a la mi muncha cuyta non sé consejo nin arte:
el amor do está firme todos los miedos departe.

 

Muchas veçes la ventura con su fuerza e poder
a muchos omes dexa su propósito faser:
por esto anda el mundo en levantar e en caer:
Dios e el trabajo grande pueden los fados vençer.

 

Ayuda la ventura al que bien quiere guiar,
et a muchos es contraria, puédeles mal estorbar,
el trabajo e el fado suélense acompañar;
pero sin Dios todo esto non puede aprovechar.

 

Pues que sin Dios non puede prestar cosa que sea,
Él guíe la mi obra, Él mi trabajo provea,
porque el mi coraçón vea lo que desea:
el que amén dixiere, lo que cobdiçia vea.

 

Hermano nin sobrino non quiero por ayuda,
quando aquel fuego viníe todo coraçón muda,
una a otro non guarda lealtat, nin la cuda,
amigança, deudo e sangre la muger lo muda.

 

El cuerdo con buen seso pensar deve las cosas
escoja las mejores et dexe las dañosas:
para mensagería personas sospechosas
nunca son a los omes buenas nin provechosas.

 

Busqué trotaconventos qual me mandó el Amor,
de todas las maestrías escogí la mejor,
Dios e la mi ventura que me fue guiador,
açerté en la tienda del sabio corredor.

 

Fallé una vieja qual avía menester,
artera e maestra e de mucho saber,
doña Venus por Pánfilo non pudo más faser
de quanto fiso aquésta por me faser plaser.

 

Era vieja buhona destas que venden joyas:
éstas echan el lazo, éstas cavan las foyas,
non hay tales maestras como éstas viejas troyas,
éstas dan la maçada: si as orejas, oyas.

 

Como lo an de uso estas tales buhonas,
andan de casa en casa vendiendo muchas donas,
non se reguardan d’ellas, están con las personas,
fasen con el mucho viento andar las ataonas.

 

Desque fue en mi casa esta vieja sabida,
díxele: «Madre señora, tan bien seades venida,
»en vuestras manos pongo mi salud e mi vida,
»si vos non me acorredes, mi vida es perdida.

 

»Oí desir siempre de vos mucho bien e aguisado,
»de quantos bienes fasedes al que a vos viene coytado
»como a bien e ayuda quien de vos es ayudado
»por la vuestra buena fama et por vos enviado.

 

»Quiero fablar convusco bien como en penitençia,
»toda cosa que vos diga, oídla en paciençia,
»si non vos, otro non sepa mi quexa e mi dolençia.»
Dis’ la vieja: «Pues desidlo, e aved en mí creençia.

 

»Conmigo seguramente vuestro coraçón fablad,
»faré por vos quanto pueda, guardar e vos lealtad.
»Ofiçio de corredores es de mucha poridat,
»más encobiertas cobrimos que mesón de vesindat.

 

»Si a quantas d’esta villa nos vendemos las alfajas,
»sopiesen unos de otros, muchas serían las barajas,
»muchas bodas ayuntamos que viene arrepantajas,
»muchos panderos vendemos, que non suenan las sonajas.»

 

Yo le dixe: «Amo una dueña sobre quantas yo vi,
»ella, si me non engaña, parese que ama a mí,
»por escusar mil peligros fasta hoy lo encobrí,
»toda cosa de este mundo temo mucho e temí.

 

»De pequeña cosa nasçe fama en la vesindat,
»desque nasçe, tarde muere, magüer non sea verdat,
»siempre cada día cresçe con envidia e falsedat,
»poca cosa le empesçe al mesquino en mesquindat.

 

»Aquí es bien, mi vesina, ruego vos que allá vayades,
»et fablad entre vos ambos lo mejor que entendades,
»encobrid todo aquesto lo más mucho que podades,
»açertad aqueste fecho, pues que vierdes las voluntades.»

 

Dixo: «Yo iré a su casa de esa vuestra vesina,
»e le faré tal escanto, e le daré tal atalvina,
»porque esa vuestra llaga sane por mi melesina.
»Desidme, ¿quién es la dueña?» Yo le dixe: «Doña Endrina.»

 

«La çera que es mucho dura e mucho brosna e elada,
»desque ya entre las manos una ves está masnada,
»después con el poco fuego çient veses será doblada,
»doblarse a toda dueña, que sea bien escantada.»

 

Díxome, que esta dueña era bien su conosçienta.
Yo le dixe: «Por Dios, amiga, guardad vos de sobervienta.»
Ella dis’: «Pues fue casada, creed que se non arrepienta,
»que non ay mula de albarda que la troya non consienta.

 

»Míembrese vos, buen amigo, de lo que desir se suele,
»que çibera en molino el que ante viene, muele,
»mensaje que mucho tarda, a muchos omes demuele
»el omen aperçebido nunca tanto se duele.

 

»Amigo, non vos durmades, que la dueña que desides,
»otro quier’ casar con ella, pide lo que vos pedides,
»es omen de buen linage, viene donde vos venides,
»vayan ante vuestros ruegos que los agenos convides.

 

»Yo lo trayo estorvando por quanto non lo afinco,
»ca es omen bien escaso, pero que es muy rico,
»mandome por vestuario una piel e un pellico,
»Diomelo tan bien parado, que nin es grande, nin chico.

 

»El presente que se da luego, si es grande de valor,
»quebranta leyes e fueros, e es del derecho señor,
»a muchos es grand’ ayuda, a muchos estorvador,
»tiempo ay que aprovecha, et tiempo ay que fas’ peor.

 

»Esta dueña que desides, mucho es en mi poder
»si non por mí, non la puede omen del mundo aver,
»yo sé toda su fasienda, et quanto a de faser,
»por mi consejo lo fase más que non por su querer.

 

»Non vos diré más rasones, que asás vos e fablado,
»de aqueste ofiçio vivo, non e de otro coydado,
»muchas veses e tristesa del laserio ya pasado,
»porque me non es agradeçido, nin me es gualardonado.

 

»Si me diéredes ayuda de que pase algún poquillo,
»e esta dueña e a otras moçetas de cuello albillo,
»yo faré con mi escanto, que se vengan paso a pasillo,
»en aqueste mi farnero las traeré al sarçillo.»

 

Yo le dixe: «Madre señora, yo vos quiero bien pagar,
»el mi algo et mi casa a todo vuestro mandar,
»de mano tomad pellote, e id, nol’ dedes vagar,
»pero ante que vayades, quiero vos yo castigar.

 

»Todo el vuestro cuydado sea en aqueste feccho,
»trabajat en tal manera porque ayades provecho.
»De todo vuestro trabajo avredes ayuda e pecho,
»pensat bien lo que fablardes con seso e con derecho.

 

»Del comienço fasta el cabo pensat bien lo que digades,
»fablat tanto et tal cosa, que non vos arrepintades,
»en la fin está la honra e la deshonra, bien creades,
»do bien acaba la cosa, allí son todas bondades.

 

»Mejor cosa es al ome, al cuerdo e al entendido,
»callar do no le empeçe, et tiénenle por sesudo,
»que fablar lo que non le cumple, porque sea arrepentido
»o piensa bien lo que fablas, o calla, o faste mudo.»

 

La buhona con farnero va taniendo cascaveles,
meniando de sus joyas, sortijas, et alfileres,
desía por fasalejas: «Comprad aquestos manteles.»
Vídola doña Endrina, dixo: «Entrad, non reçeledes.»

 

Entró la vieja en casa, díxole: «Señora fija,
»para esa mano bendicha, quered esta sortija:
»si vos non me descobrierdes, desir vos he una pastija,
»que pensé aquesta noche» (Poco a poco la aguija.)

 

«Fija, siempre estades en casa ençerrada,
»sola envegeçedes, quered alguna vegada
»salir andar en la plaça con vuestra beldat loada,
»entre aquestas paredes non vos prestará nada.

 

»En aquesta villa mora muy fermosa mançebía,
»mançebillos apostados et de buena loçanía,
»en todas buenas costumbres creçen de cada día,
»nunca ver puede omen a tan buena compañía.

 

»Muy bien me resçiben todos con aquesta pobledat,
»el mejor e el más noble de linaje e de beldat
»es don Melón de la Uerta, mançebillo de verdat,
»a todos los otros sobra en fermosura e bondat.

 

»Todos quantos en su tiempo en esta tierra nasçieron
»en riquesas e en costumbres tanto como él non creçieron,
»con los locos fásese loco, los cuerdos d’él bien dixieron,
»manso más que un cordero, nunca pelear lo vieron,

 

»el sabio vençer al loco con consejo no es tan poco,
»con los cuerdos estar cuerdo, con locos fase se loco,
»el cuerdo non enloquese por fablar al roça poco49
»yo lo pienso en mi pandero muchas veçes que lo toco.

 

»Mançebillo en la villa atal non se fallará,
»non estraga lo que gana, antes lo goardará,
»creo bien que tal fijo al padre semejará,
»en el beserrillo verá omen el buey que fará.

 

»El fijo muchas veses como el padre prueba,
»en semejar fijo al padre non es cosa tan nueva,
»el coraçón del ome por el coraçón se prueba,
»grand amor et grand saña non puede ser, que no se mueva.

 

»Ome es de buena vida, et es bien acostumbrado,
»creo que casaría él convusco de buen grado;
»si vos lo bien sopiésedes, quál es e quán preçiado,
»vos querríades aquesto que yo vos he fablado.

 

»A veçes luenga fabla tiene chico provecho,
»quien mucho fabla, yerra, díselo el derecho,
»et de comienço chico viene granado fecho,
»a veçes cosa chica fase muy grand despecho.

 

»Et a veses pequeña fabla bien dicha e chico ruego
»obra mucho en los fechos, a veçes recabda luego
»e de chica çentella nasçe grand llama de fuego,
»e vienen grandes peleas a veçes de chico juego.

 

»Siempre fue mi costumbre e los mis pensamientos
»levantar yo de mío, e mover casamientos,
»fablar como en juego tales somovientos
»fasta que yo entienda e vea los talentos.

 

»Agora, señora fija, desitme vuestro coraçón,
»esto que vos he fablado si vos plase o si non
»guardar vos he poridat, çelaré vuestra raçón,
»sin miedo fablat conmigo quantas cosas son.»

 

Respondiole la dueña con mesura et bien:
«Buena muger, desidme: ¿quál es ése o quién,
»que vos tanto loades e quántos bienes tien’?
»Yo pensaré en ello, si para mi convien’»

 

Dixo Trotaconventos: «¿Quién es, fijas señora?
»Es aparado bueno, que Dios vos trajo agora,
»mançebillo guisado, en vuestro barrio mora,
»don Melón de la Uerta, queredlo en buen hora.

 

»Creedme, fija señora, que quantos vos demandaron
»a par de este mançebillo ningunos non llegaron,
»el día que vos nasçistes, fadas albas vos fadaron,
»que para ese buen donayre atal cosa vos guardaron.»

 

Dixo doña Endrina: «Callad ese predicar,
»que ya ese parlero me coydó engañar,
»muchas otras vegadas me vino a retentar,
»mas de mí él nin vos non vos podredes alabar.

 

»La muger que vos cree las mentiras parlando,
»et cree a los omes con mentiras jurando,
»sus manos se contuerçe del coraçón travando,
»que mal se lava la cara con lágrimas llorando.

 

»Déxame de tus roídos, que yo tengo otros coydados
»de muchos que me tienen los mis algos forçados,
»non se viene en miente d’esos malos recabdos,
»nin te cumple agora desirme esos mandados.»

 

«A la fe», dixo la vieja, «desque vos ven viuda
»sola, sin compañero, non sodes tan temida:
»es la viuda sola más que vaca corrida,
»por ende aquel buen omen vos temía defendida.

 

»Éste vos tiraría de todos esos pelmasos,
»de pleytos, e de afruentas, de vergüenças e de plasos,
»muchos disen que coydan pararvos tales lasos
»fasta que non vos dexen en las puertas llumasos.

 

»Guardatvos mucho d’esto, señora doña Endrina,
»si non contesçervos puede a vos mucho ayna,
»como la abutarda, quando la golondrina
»le dava buen consejo, como buena madrina.»

Autor

Movimiento: Edad Media

Poemario

Año de publicación original: 1330 (Aprox.)
Edición utilizada: 2000 - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

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Cuadernas 653-745 del Libro de buen amor.